Hasta comienzos del siglo pasado, el hecho de trabajar bajo presión (Caisson) o buceando, era sinónimo de enfermedad de la descompresión. No fue sino hasta que aparecieron los trabajos de Damant, Boycott y Haldane, y más tarde de Sir Leonnard Hill, que desarrollaron los principios de la descompresión y las primeras tablas de descompresión.

A lo largo de los años, fueron apareciendo diferentes e innovadores algoritmos (cálculos matemáticos) de la descompresión, hasta nuestros días, en los que contamos con modelos bastante confiables y seguros. Durante años se buceó siguiendo los perfiles determinados por diferentes tablas de descompresión, hasta que en 1983 apareció en el mercado la primer computadora comercial. La Orca Edge.
En los últimos 30 años, las computadoras de buceo electrónicas, comercialmente viables, han eclipsado casi por completo la enseñanza y el uso de las tablas de descompresión en la planificación de buceo recreativo. Algunas certificadoras de buceo recreativo, ya no enseñan el uso de tablas de descompresión, y forman a sus estudiantes desde el principio, en confiar únicamente en las computadoras de buceo. En buceo militar, se han desarrollado específicamente para las operaciones de buceo. Sin embargo, en el buceo comercial, las computadoras de buceo, hasta la fecha, no se han utilizado en la misma medida.
Los científicos finalmente desarrollaron algoritmos que tomaron en cuenta los cambios en la absorción de nitrógeno con continuos cambios en profundidad. Estos algoritmos fueron modelos teóricos que fueron incorporados a microchips, lo que hizo posible la apareción de la computadora portátil de buceo.
Cuando Boicot, Damant y Haldane en 1908 desarrollaron su modelo de descompresión, al cuerpo lo dividieron esquemáticamente en 5 compartimentos o tejidos, con tiempos de media saturación (velocidad de disolución de gas inerte en ellos) de 5, 10, 20, 40 y 75 minutos. El programa de descompresión se calculó de manera que, durante el ascenso, la presión de nitrógeno en cada compartimiento nunca fuese más de dos veces la presión parcial de nitrógeno en el gas inhalado (aire). En más de 100 años, esto concepto ha cambiado: los compartimentos han aumentado en número (hasta 20), se considera un espectro mucho más grande de tiempos de media saturación (de 2,5 a 640 minutos) y la relación de sobresaturación tolerado no es constante, (2:1 como estableció el grupo de Haldane), sino que va variando con los tiempos de media saturación (de 4:1 en los tejidos con tiempos de media saturación cortos (rápidos), a un poco superior a 1,1:1 para los compartimientos más lentos). También se tiene en cuenta el tamaño de las burbujas, los cálculos de volumen, adaptaciones a la carga de trabajo, la temperatura del agua, etc.
La respiración de una mezcla gaseosa a una presión ambiente elevada, tal como ocurre durante el buceo, da como resultado la disolución de gases inertes en los tejidos. Durante el ascenso (o “descompresión”) a nivel del mar, la presión ambiente puede disminuir a un nivel menor que la suma de las presiones parciales de todos los gases disueltos en los tejidos, y en este estado de sobresaturación de gas, se pueden formar burbujas y potencialmente causar la enfermedad por descompresión (ED). Para controlar el riesgo de ED, los buceos se realizan teniendo en cuenta el tiempo de fondo y la profundidad, considerando la cantidad de gas disuelto en los tejidos, realizando la descompresión en un tiempo, derivado de los algoritmos de descompresión, que implícita o explícitamente, limitan la formación de burbujas reduciendo la velocidad de descompresión, por lo general mediante la interrupción del ascenso, con “paradas de descompresión” para dar tiempo a que los tejidos eliminen el gas inerte.
Las computadoras en la actualidad realizan cálculos cada 3 segundos para los diferentes “tejidos”(hasta 32), pudiendo determinar la profundidad a la que se encuentra el buzo, el tiempo de buceo, la cantidad de buceos realizados, el tiempo en superficie, la velocidad de ascenso y hasta la temperatura corporal del buzo y el consumo de gases. Con toda esta información pueden determinar la cantidad de nitrógeno disuelto en nuestros tejidos, las paradas de descompresión obligatorias y hasta cuándo es seguro volar después de haber realizado algunos buceos. Estas computadoras se las pueden programar con una variedad de modelos de descompresión (algoritmos) y son capaces de calcular el perfil de descompresión sobre la marcha, utilizando el perfil real de buceo, liberando así a los buzos de las limitaciones de los formatos de las tablas de descompresión (cuadrados).
Es así que detectan la profundidad cada pocos segundos y calculan el perfil de descompresión, basado en su algoritmo de descompresión. Una vez calculado el perfil, se lo muestran al buzo en un display, y la computadora de buceo inicia el ciclo de cálculo nuevamente. El buzo utilizará entonces el perfil de descompresión calculado para tomar decisiones sobre el buceo. La principal ventaja de la flexibilidad de esta herramienta, es que permite cálculos de multi-nivel de buceo, sin las limitaciones de la “profundidad máxima durante todo el tiempo en el fondo”, regla que acompañan a las tablas de buceo (buceo cuadrado). A modo de ejemplo, un buceo a 25 mts. de profundidad por 40 minutos, por la tabla de descompresión, al llegar a los 35 minutos de tiempo de fondo, nos mostraría aproximadamente 5 minutos de tiempo restante para entrar en “buceo sin descompresión”, mientras que si tomamos el mismo perfil de buceo multinivel con la computadora, después de 35 min de buceo, indicarían aproximadamente 135 minutos de tiempo restante sin descompresión, porque está basando su cálculo en el perfil real de la inmersión y en la profundidad de la computadora de buceo en ese momento.

La mayoría de las tablas de descompresión utilizan sólo un compartimento (tejido) en el modelo para el cálculo de las inmersiones sucesivas. Las computadoras de buceo tienen lecturas de profundidad muy precisas (± 0,5 mts.) y proporcionan al buzo la información de forma continua durante toda la inmersión, es decir, estado de descompresión, la profundidad, el tiempo de inmersión, la profundidad máxima, la indicación de la velocidad de ascenso, la temperatura del agua, y si el equipo está utilizando aire o mezcla, también aparecen la presión del cilindro y la autonomía de aire, de acuerdo con la frecuencia respiratoria del buzo. Después del buceo, la computadora de buceo mantiene un registro de la inmersión y, en la mayoría de ellas, la información detallada del perfil de buceo.
Por eso es importante entender que cada algoritmo de descompresión conlleva un cierto nivel de riesgo para ED. Por lo tanto, cuando se comparan diferentes computadoras de buceo, es demasiado simplista decir que una computadora da la descompresión correcta y la otra equivocada; más bien el equipo más conservador tiene una menor probabilidad de ED.
Algunos algoritmos utilizados más frecuentemente. (No poseo ni relación ni beneficio comercial alguno con ninguna de las casas fabricantes de computadoras de buceo)
Cochran EMC-20H: 20 tejidos. Modelo Haldeniano.
Cochran VVAL-18: 9 tejidos. Modelo Haldeniano con disolución de gases exponencial y eliminación de gases lineal. (Utilizada por la US Navy)
Delta P: 16 tejidos. Modelo Haldeniano con VGM (modelo de gradiente variable).
Mares: 10 tejidos. Modelo neo Haldeniano con RGBM.
Suunto: 9 tejidos. Modelo neo Haldeniano con RGBM.
Uwatec: 8 tejidos. Modelo Haldeniano.
Oceanic Dual alg.: 16 tejidos. Modelo Haldeniano. Buhlmann ZHL-16C

Cómo se “evaluan» los diferentes algoritmos?.
Bien sabido es que la incidencia mundial de la enfermedad por descompresión (ED) en buceo recreativo, es baja, alrededor de 0,03% (Pollock et al., 2008), mientras que el riesgo de ED en buzos comerciales de Estados Unidos, es de aproximadamente 0,1% (Brubakk et al. , 1993). Con la finalidad de determinar la seguridad de un algoritmo descompresivo, se utilizan dos modalidades: la presencia de signos o síntomas de ED o la embolizacion gaseosa venosa (EGV)(recuento de burbujas por Eco Cardiograma transtorácico).
Utilizar la ED como criterio de valoración, puede parecer sencillo, pero en la realidad, esto no es siempre así. Todos los signos y síntomas, no importa cuan pequeños o triviales sean, deben ser registrados y evaluados por personal médico capacitado y con experiencia. Síntomas menores como fatiga o dolores transitorios deben ser considerados. Es muy probable que cuando se utilice la ED como criterio de valoración, haya manifestaciones de ED que sean subdiagnosticadas o mal diagnosticadas. A su vez, muchos buzos no reportan los síntomas de ED. Por su lado, la presencia de embolización gaseosa venosa (EGV), es una medida mucho más objetiva que el estrés descompresivo, pero también se debe tener en cuenta que es operador dependiente (operadores bien entrenados y experimentados en la recolección de datos del ultrasonido).
La mayor sensibilidad de los datos obtenidos a partir de la EGV, es mucho más confiable que cuando se valoran las manifestaciones de ED. En consecuencia, el utilizarla, requiere de una enorme cantidad de perfiles a testear para abarcar todas las combinaciones de perfiles y tipos de buceo que una computadora de buceo podría calcular. Por lo tanto, una metodología más sencilla, sería utilizar el enfoque EGV, pero sólo probar los perfiles que se utilizan comúnmente por la población objetivo. Este enfoque reduce la complejidad del proceso de evaluación para un proceso manejable en términos de tiempo y economía.
De acuerdo con los datos suministrados por el Laboratorio de Seguridad en Buceo de DAN Europa, sugieren que aproximadamente el 95% del buceo recreativo se lleva a cabo hoy en día, utilizando las computadoras de buceo. Éstas, o los algoritmos más ampliamente utilizados, independientemente del fabricante, son Bühlmann ZHL-16 o el algoritmo RGBM de Wienke, con aproximadamente una distribución 50/50 entre toda la población. La gran mayoría de los casos la enfermedad de descompresión (167 registrados) registrados por este laboratorio, se produjeron sin ninguna violación importante de los límites del respectivo algoritmo, es decir, que la mayoría de las manifestaciones de ED ocurrieron durante el uso de factores de gradiente que estaban muy por debajo del máximo permitido por el algoritmo.
Esta base de datos contiene registros de más de 40.000 inmersiones de buceo, con datos de DAN Europa y América. La mayoría de estas inmersiones se realizaron utilizando las computadoras de buceo con el algoritmo ZHL-16 Bühlmann (modelo compartimental; 44%) o el RGBM de Wienke (modelo de la burbuja; 47%). El 9% restante de los buzos utilizó su computadora en modo de «medidor de profundidad», u otro software de descompresión o tablas de descompresión. Se registraron un total de 181 casos de ED en esta base de datos (tasa de 0,45% de incidencia).
Un punto interesante a tener en cuenta, es que en uno de los reportes anuales de DAN (Divers Alert Network) sobre accidentes de buceo y muertes por buceo, observaron que casi el 70% de los accidentados, refirió que programaron su buceo por una computadora. Entonces surge la pregunta: “Son seguras las computadoras de buceo?”. En esta requisitoria deberíamos agregar la siguiente frase: “si se utilizan correctamente”. La respuesta definitivamente, es “si”, son seguras.
Ahora, hay que tener siempre presente que, las computadoras no tienen frío ni calor; no tienen sobrepeso; no están fatigadas; no se deshidratan; no sufren de resaca (cruda); y muchos otros factores que podemos englobar dentro de las conductas del buzo.
Ejemplo de esto último, es la actividad física antes y después del buceo, las condiciones de temperatura en las que se realiza tanto el buceo como la descompresión, la hidratación del buzo, el estado físico, la edad, la aclimatación previa, la contextura física, el sexo, y hasta la dieta (dieta rica en grasas aumenta la formación de burbujas). A todo esto le debemos sumar, “el factor humano”. Múltiples buceos en el día. Perfiles de buceo reversos. Perfiles yo-yo. Mala hidratación. Bucear sin descanso suficiente. Bucear con mal de mar. Bucear después de haber desayunado con tres Martinis o tres caipiriñas. Bucear confiando en la computadora de nuestra pareja de buceo. No utilizar nuestra computadora en todos los buceos que realizamos. Desconocer el contenido del manual de la computadora.
En resumen, la computadora moderna de buceo, es una herramienta. Utilizada con inteligencia y sabiduría, es muy precisa y confiable, pero no infalible.
PD: Actualmente hay computadoras de buceo que poseen dos algoritmos, uno más conservados que el otro, y el buzo puede seleccionar cuál utilizará en cada buceo. Además hay otras muy utilizadas por la comunidad de buzos técnicos, que permiten modificar parcialmente el algoritmo, cambiando los gradientes de descompresión, que veremos en alguna entrada nueva más adelante.
Dr. GMauvecin
Foto de portada: star5112 via VisualHunt / CC BY-SA
