Las hernias de la pared abdominal son muy comunes, y tienen una prevalencia de alrededor del 5 % para las personas mayores de 45 años. Las hernias inguinales representan el 75 % de las hernias de la pared abdominal. Tan común es, que la reparación de la hernia inguinal (hernioplastía), es una de las operaciones más comunes en cirugía general, con una tasa de alrededor de 30 por cada 100.000 en los Estados Unidos.
Las hernias se presentan con menos frecuencia en las mujeres, aunque éstas, corren un mayor riesgo de presentar hernias umbilicales que los hombres.
La forma de presentación más característica de una hernia es una protuberancia (bulto) debajo de la piel en la ingle o en el abdomen, debido a un defecto en los tejidos que normalmente contienen esa estructura (el abdomen). También es posible que la persona refiera dolor al levantar pesos, toser o hacer un esfuerzo. Esta condición común afecta a hombres y mujeres de todas las edades. Las hernias inguinales se presentan con un bulto en la ingle, que generalmente desaparece cuando el paciente está acostado.
La presencia de una hernia puede llegar a ser preocupante, y en ciertas circunstancias puede llegar a presentar una complicación muy grave. Si un individuo es portador de una hernia, y normalmente tiene una vida sedentaria, no es de cuidado. Ahora, si este individuo quiere o está realizando actividad física rutinariamente, entonces, habrá que tenerla en cuenta.
La actividad física que se podrá realizar depende del tamaño, la ubicación y la gravedad de la hernia. Se puede experimentar dolor en el área de la hernia o al agacharse. También, se puede presentar debilidad, sensación de presión y ardor.
Dejar de realizar actividad física, por allí no es la respuesta, pero saber qué entrenamientos hay que evitar, sí lo es. Se deben evitar los ejercicios que involucren a los músculos alrededor de la hernia. Por ejemplo, si una persona tiene una hernia abdominal, los ejercicios abdominales como las sentadillas y las patadas de aleteo, deben ser evitados.
Ejercicios que se deben evitar:
- Levantar pesos pesados, esto puede causar un esfuerzo no deseado. (en buceo, cargar botellas de buceo)
- Actividades que implican empujar (flexiones o presión en los hombros -cargar un bibotella-)
- Actividades que implican tirar (tirones o giros oblicuos -intentar recoger un ancla del fondo-)
- Actividades de lucha, que incluyen patadas o fuerza intensa con los miembros inferiores (intentar subir a una embarcación cuando el mar esté agitado)
¿Y qué pasa con la práctica del buceo propiamente dicha? Bueno, acá el punto es que lo más importante para tener en cuenta, son los cambios de volúmenes de los gases corporales, con las variaciones de la presión (Ley de Boyle y Mariotte)
Debemos recordar que nuestro intestino tiene gas en su interior, y que, si se acumula en una cantidad suficiente durante el buceo, al realizar el ascenso a superficie, éste aumentará de volumen, pudiendo vencer la elasticidad de la pared del intestino, y desencadenarse un barotrauma de la víscera hueca, con la probable perforación del mismo.
Dr. GMauvecin
Edición periodística: Álvaro López Melián
Foto de portada: Justus Hayes on VisualHunt