El tabaquismo es una de las adicciones con mayor riesgo de muerte y para la salud, que puede ser evitada. De acuerdo con informes de la Organización Mundial de la Salud, existen en el mundo unos 1300 millones de fumadores y cada día, 100 mil jóvenes menores de 18 años (de los cuales 80% viven en países en desarrollo) comienzan a fumar. La adicción lleva a los fumadores a racionalizar o negar los riesgos de fumar. De hecho, niegan los efectos que el fumar tiene sobre sus organismos, y demás está decir, como compromete la actividad de buceo.

De las más de 7,000 sustancias químicas que se encuentran en el humo del tabaco, la nicotina es la reponsable de la adicción. Ésta como tal, se la obtiene la planta Nicotiana Tabacum, que fue introducida en Europa proveniente de América cuando el embajador francés Jean Nicot, envió semillas de tabaco desde Portugal a París en el año 1550, con el fin de promover su uso medicinal. El tabaco se cultivaba en zonas templadas de América donde los pueblos nativos americanos la masticaban y la fumaban.
Los efectos de fumar son especialmente importantes para las personas, que en particular practican buceo. Tal vez, la revisión científica más extensa sobre los efectos del tabaco en el organismo, es el llamado “estudio Framingham”. En este estudio se realizó el seguimiento de 5.000 personas por más de 34 años, obteniéndose resultados sorprendentes.
Por ejemplo:
Una persona de 30 años de edad que fuma 15 cigarrillos al día, acorta su vida por cinco años.
Los fumadores experimentan un aumento de 20 veces la probabilidad de desarrollar el cáncer de pulmón, al igual que otro tipo de cáncer como el de piel, vejiga, páncreas, boca y el de garganta.
Los fumadores tienen el doble de riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares; 2,2 veces más, ACV (accidente cerebrovascular); 3,5 veces más claudicación intermitente en los miembros inferiores.
Los fumadores tienen una incidencia siete veces mayor de presentar daño en las vías respiratorias y dificultad respiratoria.
Los niños que comienzan a fumar a los 14 años sólo desarrollan el 92 por ciento de la función pulmonar
Las placas ateroscleróticas en los vasos sanguíneos se forman dos veces más rápido cuando se suma el consumo de tabaco a una dieta alta en grasas.
El tabaco y sus repercusiones en el organismo.
Hay grupos de sustancias peligrosas presentes en el humo del cigarrillo:
1.- Carcinógenos y cocarcinógenos son en su mayoría alcoholes aromáticos policíclicos que inician directamente la formación tumoral (cáncer).
2.- Los irritantes causan tos inmediata y broncoconstricción, inhiben la acción ciliar en el pulmón y estimulan la secreción de moco. Los irritantes presentes en el humo inducen un proceso inflamatorio crónico de los alvéolos causando la destrucción de la pared alveolar; de esta forma, y progresivamente, va disminuyendo la superficie de intercambio gaseoso alveolar. Los cilios son pelos microscópicos y los irritantes presentes en el humo, impiden la acción de éstos, para que transporten las partículas nocivas fuera del pulmón. Esto genera aumento de las secreciones, lo que permite el desarrollo de bronquitis crónica, por lo que los fumadores son más susceptibles a presentar enfisema e infecciones bacterianas y virales. En definitiva, se producen anomalías de ventilación-perfusión.
3.- La exposición crónica a la nicotina induce un aumento de cierto tipo de receptores en el cerebro (colinérgicos nicotínicos), responsables de alteraciones estructurales y funcionales en el sistema nervioso. La nicotina es una droga poderosamente adictiva y un agente farmacológico potente. Promueve la agregación plaquetaria y la formación de fibrinógeno, que son precursores de los coágulos que obstruyen los capilares. Todo esto conlleva a un aumento del riesgo durante la descompresión en buceo. Produce aumento en la frecuencia cardíaca con elevación del consumo de oxígeno y la vasoconstricción capilar aumenta la resistencia periférica total y la presión arterial y mala circulación en la periferia del cuerpo. Esto trae aparejado alteraciones en la eliminación eficiente de gas inerte en los tejidos. La nicotina contenida en un cigarrillo genera vasoconstricción por 40 minutos. Esta vasoconstricción afecta a todos los órganos del cuerpo, incluidos el cerebro y el corazón
4.- Los gases tóxicos inhalados con el humo, incluyen al monóxido de carbono, el sulfuro de hidrógeno y el cianuro de hidrógeno. El principal mecanismo tóxico del monóxido de carbono radica en que se une a la hemoglobina 250 veces más que el oxígeno, formando la carboxihemoglobina. Este compuesto bloquea la posibilidad de transporte de O2 por la hemoglobina. Los no fumadores tienen un 1% de carboxihemoglobina mientras que los fumadores tienen cerca de un 15%. Esto altera la normal oxigenación de los tejidos. A su vez genera hipoxia crónica (reducción de oxígeno en los tejidos), lo que resulta en un aumento de la producción de glóbulos rojos. El estudio Framingham ha demostrado que los fumadores tienen un aumento significativo en el porcentaje de glóbulos rojos en la sangre (aumento de hematocrito). Normalmente, los glóbulos rojos son aproximadamente entre el 35 y 40 por ciento de la sangre en volumen. El incremento de este porcentaje de glóbulos rojos, hace que la sangre sea mucho más viscosa, lo que afecta notablemente la circulación de la sangre, lo que provoca la formación de depósitos de las células rojas en los capilares pequeños, dañando las células que recubren los vasos sanguíneos (endotelio).
5.- Los alvéolos son las unidades funcionales de los pulmones. Es aquí donde se lleva a cabo la hematosis (intercambio de O2 y CO2 entre el aire inspirado y la sangre venosa. El fumar tabaco, produce lesiones en la pared alvéolo-capilar destruyéndola, lo que finalmente conduce a la enfermedad llamada enfisema. Las primeras etapas del enfisema pueden no ser sintomáticas, aunque son objetivables mediante la realización de pruebas funcionales respiratorias. En la medida en que el proceso avanza, se va alterando el intercambio gaseoso, finalmente debilita la pared alveolar, creando puntos de debilidad que pueden romperse ante aumentos mínimos de la presión intrapulmonar, lo que podría llevar al desarrollo de cuadros por sobredistensión pulmonar (neumotórax, neumomediastino, numopericardio, enfisema subcutáneo y el más grave, la embolización arterial gaseosa), durante la práctica del buceo. Evidentemente, esto contraindica absolutamente la práctica del buceo.
6.- En lo referente al metabolismo de los lípidos, se produce un aumento significativo del colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad -”colesterol malo”-) que reduce la eficiencia circulatoria y complica la eliminación de gas inerte.

En un estudio realizado por el Dr. G Hart enLong Beach Memorial Medical Center, Long Beach, California publicado en 2010, se evaluaron los cambios en la tensión de los diferentes gases en el músculo esquelético y en el tejido celular subcutáneo en fumadores y en no fumadores, en condiciones normobáricas e hiperbáricas, utilizando dos protocolos de tratamiento, y demostró que:
Los fumadores liberan el N2 del músculo esquelético más lentamente que los no fumadores durante las diferentes cargas de O2 en el músculo esquelético y en el tejido celular subcutáneo durante las diferentes exposiciones a oxígeno hiperbárico entre los grupos de fumadores y no fumadores.
Los niveles de CO2 en ambos protocolos disminuyen con el tiempo cuando se los expone al oxígeno hiperbárico, mientras que aumenta al respirar aire a 2 ATA.
El conocido efecto de vasoconstricción de la nicotina en el tejido subcutáneo, dura menos de una hora cuando de produjo el calentamiento adiabático tópico con aumento de O2 en los fumadores.
Las heridas cicatrizan más lentamente en los fumadores debido al compromiso del endotelio, agredido crónicamente por el monóxido de carbono, el cianuro de hidrógeno y otros productos tóxicos en el humo, en lugar de a partir del incremento transitorio de la nicotina.
Vale decir por lo expuesto arriba, que el buzo que fuma estará mas predispuesto a sufrir enfermedad de la descompresión que el no fumador, o que las manifestaciones de la ED sean más graves.
Cigarrillo electrónico

Herbert Gilbert es la persona a quien se le atribuye la invención del cigarrillo electrónico, en 1965. En su solicitud de patente, describe al “cigarrillo alimentado por batería (que) no utiliza el tabaco y no produce humo”, reemplazado el humo del tabaco y el papel, por vapor aromatizado y caliente.
Con respecto a la nicotina, este método puede entregar cómodamente un humo que no contiene los más de 70 carcinógenos químicos que produce el tabaco quemado. Una revisión realizada por Salud Pública de Inglaterra en 2015 llegó a la conclusión de que los “Cigarrillos Electrónicos son un 95% menos perjudiciales que el tabaco.”
Los componentes principales del vapor de los cigarrillos electrónicos son: glicerol, Acetato de etilo, nicotina (algunos tienen 0%), Formaldehido (agente cancerígeno) y vapor de agua. Cuando se calienta, estos disolventes producen un aerosol que se asemeja al humo del cigarrillo. La mayoría de los e-líquidos también contienen aromatizantes y conservantes.
No hay ninguna investigación a largo plazo referente al uso de los e-cigarrillos, y menos aún sobre éste y el buceo. La única nota de cautela que habría que destacar, es que la abstinencia de nicotina puede causar síntomas desagradables, incluyendo mareos, ansiedad, trastornos del sueño, depresión, fatiga y dolores musculares; es por esto que no creo que sea conveniente el realizar buceo, mientras se encuentre uno, realizado algún programa para dejar de fumar con los cigarrillos electrónicos.