Cuando sometemos nuestro cuerpo a la presión debajo de la superficie del agua y respiramos aire, todos nuestros tejidos absorberán nitrógeno. Algunas áreas del cuerpo absorberán el gas más rápido que otras durante nuestra permanencia en el fondo, mientras que la eliminación del gas inerte durante la descompresión, ocurrirá algo similar. Algunas zonas eliminarán el gas más rápidamente que otras. Es así que los tejidos se clasifican según la rapidez o lentitud con la que absorben o liberan el gas disuelto.
Aunque estas divisiones teóricas de los tejidos no se corresponden con tejidos anatómicos, nos han permitido desarrollar los diferentes algoritmos o cálculos matemáticos para determinar cómo realizar la descompresión después de haber realizado un buceo, minimizando lo que llamamos el “estrés descompresivo”, para minimizar la aparición de manifestaciones de enfermedad de la descompresión. De hecho, el algoritmo desarrollado por el Dr. Bullman, es utilizado en el 80% de las computasdoras u ordenadores de buceo disponible en los comercios.
Los tejidos bien perfundidos, a los que les llega una buena cantidad de sangre, serán los más rápidos en absorber y en liberar el gas inerte. La contraparte, son lo tejidos con menos circulación de sangre, que son llamados tejidos lentos.
Esta clasificación juega un papel importante en el tipo de manifestación de signos o síntomas de la enfermedaad de la descompresión. Es por ello que en esta entrada me referiré a las manifestaciones leves o tipo I de la enfermedad de la descompresión y su relación con los diferentes tejidos.
FE DE ERRATAS: En 08:40 debe decir “médula espinal” en lugar de médula ósea
Dr. GMauvecin